lunes, noviembre 28, 2005

Multi-kulti

La combinación de una centena de tipos que no se conocen de nada, que se encuentran porque les une la misma beca, produce situaciones graciosas, curiosas, tiernas... A ratos libres intentaré dejar alguna por aquí...

El mayor porcentaje de Humboltianos viene de la India, así que es de justicia que la primera anécdota la protagonice un hindú...

En ese bello país (o, al menos en algunas de sus regiones), cuando el plato que acabas de comer o la bebida que acabas de consumir te ha gustado, expresas tu alegría y gozo soltando un sonoro eructo (es cierto que cuando los hindúes llevan un tiempo en Europa descubren que esto es desagradable para nosotros y dejan de hacerlo).
Descubrimos esta saludable costumbre el miércoles por la noche, en el bar del hotel, cuando C. encontró particularmente agradable la cervecita que se estaba tomando... Y la verdad es que, entre los hispanos allí presentes, la sonora demostración de goce cervecil causó cierta extrañeza (por no hablar de la cara que pusieron los alemanes), pero nos hizo gracia.

Al día siguiente, en la cena de clausura, nos sentamos a su lado... Y doy fe de que le gustaron muchísimo todos y cada uno de los platos que comió... Y lo mejor es que la cena era de buffet libre (con más de cuarenta platos distintos que probar).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que no se como tuvisteis ganas de poneros a su lado en la cena conociendo que era seguidor de esas costumbres tan ancestrales.
Vaya asco de cena, jajajajajaja.

Anónimo dijo...

Pues me ha gustado mucho tu anecdota..pero no pienso demostrarlo a la manera Hindu..
EL título se parece a Ttutti frutti..si es asi como se escribe claro..
Besitos.

Anónimo dijo...

Me ha quitado la idea Valentina, pero aún así...aaaarrrrcccc!!

Salud
Puquichino

Anónimo dijo...

Bueno, sin ir más lejos, Lutero decía exactamente lo mismo: que, para demostrar que nos ha gustado y sentado bien la comida y la bebida, hay que eructar.

Así que parece que es una de esas costumbres del tipo ancestral, totalmente ancestral.

Anónimo dijo...

En fin. Hace gracia cuando le pasa a otro, pero lo que es a mí, creo que saldría corriendo...Yo sé de uno que se cortaba las uñas de los pies en el tren...cosa de costumbres. Siempre se aprende algo. Besillos

Anónimo dijo...

Caray, eso seguro que no era una cena, mas bien sería un concierto, ja ja ja, alguien se atrevió a decirle que esa costumbre no esta bien vista aqui? que crueles, ja ja ja, que bueno!