sábado, enero 24, 2009

Dos...

Cada vez que ríes con tu risa suave
colgada del rojo del auricular,
siempre que sonríes, tus atardeceres
trae el sabor extraño de otro paladar.

Cada noche sueñas, desnuda en tu cama
y el protagonista dejé de ser yo...
Cada vez que que ganas, cada vez que pierdo...
Cada vez que uno y uno, no son dos...

Me retiro y rezo a mi mala suerte
en mi altar desnudo, de guitarra y soul.
Romperé de nuevo con mis viejas fotos,
saldaré las cuentas con una canción.

Quizás quede un hueco en ese Madrid extraño
donde quede un sitio donde recoger
los frutos amargos que deja a su paso
el beso no dado del amanecer.

Búscame entre tanto en el bar de siempre,
con viejos amigos de cerveza y ron,
soñando despiertos, apurando historias,
porque uno y uno, ya nunca son dos.

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Dos no es un poema... ¡Ya me gustaría a mi escribir poesía! Pero no, no doy para tanto...
Con un poquito de suerte y la ayuda de grandes amigos (y mejores escritores y músicos), Dos será el esqueleto de una de las canciones que formen parte de un proyecto musical que, a medida que pasan los días, me hace más y más ilusión.
Por cierto, Dos no me acaba de convencer y todavía le tengo que dar muchísimas vueltas. ¡Se aceptan sugerencias en los comentarios!

2 comentarios:

Chu Zing dijo...

¿Ya te gustaría tí escribir poesía? Y ya me gustaría a mi escribir canciones... Sé que esta es un tema, porque la he oído de tus cuerdas (las de la garganta y las de la guitarra).

Y se nos hace tanta ilusión, ¿a que esperamos para echarnos a la carretera? Que además tengo que estrenar mi nuevo juguete, ya sabes...

Un abrazo!

celebrador dijo...

Si te sirve de consuelo, en temas como la agricultura (por ejemplo), dos y dos jamás fueron cuatro