viernes, julio 14, 2006

Sonrisas

El miércoles por la tarde acabé en el box de cirugía/traumatología de urgencias del hospital. No te preocupes... lo que parecía una apendicitis ha acabado en un gran susto, unos cuantos nolotiles y tres días de reposo... Ya pasó el susto y, además, no era esto lo que te quería contar.

Quería contarte los recuerdos que me quedaron de un lugar lleno de gente, varios de ellos bastante más graves que yo, y del cariño del personal sanitario. Sólo sonrisas, ánimos para la gente que se quejaba, bromas entre ellos y con los pacientes, paciencia infinita a la hora de explicar a los familiares lo que pasaba, aguantando malas caras por la espera (que no era su culpa porque no les cabían más enfermos en el box)...
Me resulto gratificante la manera de relativizar y humanizar el dolor, de intentar reconfortar al paciente, algo que no puedo describir con palabras. Detalles como el hecho de llamar, desde el primer momento, a cada paciente por su nombre, me llegaron dentro. Aquello no era sólo medicina... era cariño, amor por la gente, por su trabajo...
Casi todos, médicos y enfermeros, eran muy jóvenes... y aunque ya sabía que generalmente son los residentes los que están al pie del cañón en urgencias, me sorprendió en cierto modo. No sé si es porque son jóvenes y con ganas... Sólo espero que el tiempo, y las condiciones en las que trabajan (francamente mejorables) no acaben con sus ilusiones, sus ganas, su cariño hacia el paciente...

Yo al menos, lo agradecí infinitamente...

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