Si todo va bien, la próxima Carta será desde Berkeley. Durante las próximas semanas cambio mi laboratorio de la Complu por los Berkeley labs. La aventura promete. ¡Intentaré contar cómo me va por allí! Por ahora, el lunes me esperan 12 horas metido en una lata volante (directo desde Stuttgard a San Francisco), que para alguien a quien no le molan nada los aviones como a mí, es todo un reto.
¿Y vacaciones? Pues ya veremos... Por ahora, intentaré sacar huequitos los fines de semana para explorar San Francisco.
viernes, julio 31, 2009
jueves, julio 30, 2009
Promesas rotas...
Ella, desnuda en la cama, le vió vestirse despacio y, como todos los días, él la beso en la frente y ella le hizo prometer que volvería.
Claro princesa, esta tarde volveré a buscarte... Como ayer, como mañana, como todas las noches...
Antes de salir se acercó a la cuna. El bebé dormía profundamente y no quiso despertarlo. Clareaba ya cuando salió por la puerta.
A ella, todavía en la cama, un escalofrío le recorrió la espalda, como todas las mañanas desde que él aprobó la oposición, desde que le dieron un nuevo destino. Pero él había prometido que volvería...
_______________
Casi a la vez, la explosión, el ruido de cristales rotos y el llanto del bebé rompieron el silencio de la mañana...
Lo escribí hace tiempo y, hasta hoy, ha estado escondido en una carpeta del ordenador... Hoy quiere salir como como grito en silencio, como ¡ya basta!. Porque contra el ruido de sus bombas lo único que tengo es el silencio de mis cuentos... aunque no sirva para nada...
Claro princesa, esta tarde volveré a buscarte... Como ayer, como mañana, como todas las noches...
Antes de salir se acercó a la cuna. El bebé dormía profundamente y no quiso despertarlo. Clareaba ya cuando salió por la puerta.
A ella, todavía en la cama, un escalofrío le recorrió la espalda, como todas las mañanas desde que él aprobó la oposición, desde que le dieron un nuevo destino. Pero él había prometido que volvería...
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Casi a la vez, la explosión, el ruido de cristales rotos y el llanto del bebé rompieron el silencio de la mañana...
Lo escribí hace tiempo y, hasta hoy, ha estado escondido en una carpeta del ordenador... Hoy quiere salir como como grito en silencio, como ¡ya basta!. Porque contra el ruido de sus bombas lo único que tengo es el silencio de mis cuentos... aunque no sirva para nada...
jueves, julio 23, 2009
Docencia (I)
Como ya te conté por aquí, hay varias cosas que han hecho que últimamente, el tema de la docencia - universitaria y no universitaria - ronde mi cabeza. El problema, como casi siempre, es que no tengo tiempo de parar, ordenar, pensar... Así que iré soltando alguna idea por aquí, porque seguro que puedes aportarme algo que contribuya a mis ideas, reflexiones, pensamientos.
Verás que en muchos casos soy crítico con la forma de dar clase en la Uni. No lo entiendas como una crítica al sistema porque no quisiera olvidar que yo soy sistema. Me gustaría que, en un primer momento, todas estas vueltas y giros de cabeza me ayudaran a que, el curso que viene, mis clases fueran distintas. Quizás, en un futuro, podamos plantear retos mayores... ¿Quién sabe?
La primera idea, quizás la más simple de todas, la que dió origen a todo, fue plantearme si la Universidad es transmisora de conocimientos o formadora de científicos (ya sabes que soy de ciencias, pero seguro que puedes traducirlo por formadores de médicos, historiadores, periodistas...). Tengo la sensación de que, cuando subo a la pizarra y me pongo a contar las Leyes de Newton, o cualquier otra cosa, aumento el bagaje cultural de los chicos cosa que, oye, no está mal... pero, ¿basta con eso? Un científico, además de conocimientos, tiene que tener capacidad para resolver problemas, para trabajar en equipo, para plantearse retos, para extraer conclusiones de la observación. ¿Estamos contribuyendo a ello? Desde mi punto de vista, ¡no!
Ligado a esto, me preocupa el tema de que los alumnos sean meramente receptores de las clases. Si lo que les contamos se adapta en algún momento a sus necesidades e inquietudes es por casualidad, porque en ningún caso nos preocupamos por ello. ¿Es esto correcto? ¿Tenemos que dar las clases independientemente de quién sea el que las recibe? A mi, al menos, me suena raro.
Y, para acabar por hoy, la última reflexión - quizás ligada a eso de ser IO. ¿No tenemos ningún deber con la sociedad? Temas como la responsabilidad social de la ciencia, el debate energético y otros temas de claro interés social, ¿no deberían tener algún eco dentro de los muros de la Uni?
Mil preguntas que giran y giran... con algunas respuestas, por supuesto, que iré dejando caer en próximos posts...
Pero ahora, y hasta el lunes... ¡largo finde en el Alto Tajo! Que esto de trabajar en Julio es muy duro...
Verás que en muchos casos soy crítico con la forma de dar clase en la Uni. No lo entiendas como una crítica al sistema porque no quisiera olvidar que yo soy sistema. Me gustaría que, en un primer momento, todas estas vueltas y giros de cabeza me ayudaran a que, el curso que viene, mis clases fueran distintas. Quizás, en un futuro, podamos plantear retos mayores... ¿Quién sabe?
La primera idea, quizás la más simple de todas, la que dió origen a todo, fue plantearme si la Universidad es transmisora de conocimientos o formadora de científicos (ya sabes que soy de ciencias, pero seguro que puedes traducirlo por formadores de médicos, historiadores, periodistas...). Tengo la sensación de que, cuando subo a la pizarra y me pongo a contar las Leyes de Newton, o cualquier otra cosa, aumento el bagaje cultural de los chicos cosa que, oye, no está mal... pero, ¿basta con eso? Un científico, además de conocimientos, tiene que tener capacidad para resolver problemas, para trabajar en equipo, para plantearse retos, para extraer conclusiones de la observación. ¿Estamos contribuyendo a ello? Desde mi punto de vista, ¡no!
Ligado a esto, me preocupa el tema de que los alumnos sean meramente receptores de las clases. Si lo que les contamos se adapta en algún momento a sus necesidades e inquietudes es por casualidad, porque en ningún caso nos preocupamos por ello. ¿Es esto correcto? ¿Tenemos que dar las clases independientemente de quién sea el que las recibe? A mi, al menos, me suena raro.
Y, para acabar por hoy, la última reflexión - quizás ligada a eso de ser IO. ¿No tenemos ningún deber con la sociedad? Temas como la responsabilidad social de la ciencia, el debate energético y otros temas de claro interés social, ¿no deberían tener algún eco dentro de los muros de la Uni?
Mil preguntas que giran y giran... con algunas respuestas, por supuesto, que iré dejando caer en próximos posts...
Pero ahora, y hasta el lunes... ¡largo finde en el Alto Tajo! Que esto de trabajar en Julio es muy duro...
Etiquetas:
docencia,
física,
reflexiones,
trabajo
lunes, julio 20, 2009
Afinando...
Hace sol... hay historias que contar... Toca cerrar el portátil, afinar la guitarra y componer...
Si me buscas, sabes donde encontrarme...
Si me buscas, sabes donde encontrarme...
miércoles, julio 15, 2009
Docencia...
Un encuentro de fin de semana, un par de libros, varios cafés y tres emails han convertido este mes de julio a mi cabecita en una olla a presión de ideas y reflexiones sobre la docencia universitaria. Si consigo ordenar mis conclusiones, las pintaré por aquí para conocer tu opinión.
¡Es curioso contrastar tus opiniones con los compañeros de alrededor y descubrir las mil y una formas de entender la docencia y las relaciones con los alumnos!
¡Es curioso contrastar tus opiniones con los compañeros de alrededor y descubrir las mil y una formas de entender la docencia y las relaciones con los alumnos!
jueves, julio 09, 2009
Erasmus...
Después de comer contigo (siento la ausencia veraniega del número 5) me he dado cuenta de lo mucho que te voy a echar de menos el año que viene. Y es que esa manía nuestra de salvar el mundo delante de un café una vez por semana se me ha acabado haciendo imprescindible para no enloquecer en este mundo extraño que ya solo entiendo a veces...
Echaré de menos cruzarme contigo por los pasillos de la Uni y en los sótanos de IO, tus escuetos sms que sólo dicen café?, las risas compartidas, los chistes frikis que solo entendemos nosotros, nuestra particular cruzada anti-antinuclear, nuestras otras cruzadas (que sepas que sigo pensando lo mismo sobre el voto en blanco)... pero sobre todo, el buen rollo que transmites siempre que nos encontramos...
Sé que en directo no te lo voy a decir, así que aprovecho la pública intimidad de Cartas para decirte que te voy a echar mucho de menos... ¡A ver si el email, el Patio, el messenger, los blogs y EasyJet hacen más corta la distancia!
Echaré de menos cruzarme contigo por los pasillos de la Uni y en los sótanos de IO, tus escuetos sms que sólo dicen café?, las risas compartidas, los chistes frikis que solo entendemos nosotros, nuestra particular cruzada anti-antinuclear, nuestras otras cruzadas (que sepas que sigo pensando lo mismo sobre el voto en blanco)... pero sobre todo, el buen rollo que transmites siempre que nos encontramos...
Sé que en directo no te lo voy a decir, así que aprovecho la pública intimidad de Cartas para decirte que te voy a echar mucho de menos... ¡A ver si el email, el Patio, el messenger, los blogs y EasyJet hacen más corta la distancia!
miércoles, julio 08, 2009
Volviendo...
Cada día escribo menos, cada día siento más...
Dejé hace semanas este espacio vacío, espacio que hoy vuelvo a llenar. He pensado varias veces en dejar Cartas y volver a los viejos tiempos, a escribir solo para mi, encerrando en mis papeles aquellas cosas que salen de mis lápices. Otras veces dejé de escribir cuando la tristeza y la melancolía inundaban las Cartas. Ahora, curiosamente, lo hago porque me da verguenza dejar que la felicidad que hace brillar mis ojos quede demasiado al descubierto... Como siempre, yo y mi extraña timidez, esa que me impide desnudar mi alma y dejar salir algo de lo que llevo dentro...
Pero tú, que lees Cartas, has sido apoyo tantas veces que, aunque seguro que los silencios hacen que cada vez vuelvas menos por aquí, mereces encontrar palabras nuevas en tus visitas. Por eso vuelvo a escribir y espero hacerlo más a menudo...
En este tiempo en el que parece que Facebook y otras redes sociales se comen a los blogs, me quedo con la pausa de los relatos breves que Cartas me proporciona. No se por cuanto tiempo seguiré escribiendo, ni se por cuanto tiempo me seguirás leyendo... Sólo se que me apetece seguir contandote y que, si te apetece, me cuentes tu en los comentarios.Dejé hace semanas este espacio vacío, espacio que hoy vuelvo a llenar. He pensado varias veces en dejar Cartas y volver a los viejos tiempos, a escribir solo para mi, encerrando en mis papeles aquellas cosas que salen de mis lápices. Otras veces dejé de escribir cuando la tristeza y la melancolía inundaban las Cartas. Ahora, curiosamente, lo hago porque me da verguenza dejar que la felicidad que hace brillar mis ojos quede demasiado al descubierto... Como siempre, yo y mi extraña timidez, esa que me impide desnudar mi alma y dejar salir algo de lo que llevo dentro...
Pero tú, que lees Cartas, has sido apoyo tantas veces que, aunque seguro que los silencios hacen que cada vez vuelvas menos por aquí, mereces encontrar palabras nuevas en tus visitas. Por eso vuelvo a escribir y espero hacerlo más a menudo...
Y, por supuesto, si coincidimos en algún momento en lugares y tiempos cercanos, rompamos la barrera del blog y tomémonos unas cervezas...
Así que, semanas después... ¿que hay de nuevo?
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