Llega la Navidad también al centro de mi ciudad. Ayer por la noche, cuando llegué a casa, descubrí que ya ha comenzado la
dinamización musical del centro de la que ya
te conté hace poco menos de un año.
Ayer mi espíritu navideño tocó techo. La cronología de los hechos es la siguiente (preparate que creo que es la Carta más larga que he escrito):
19.30 Salgo del curro, recojo a mi hermano y vuelta a Guada. Los planes de la tarde: un ratito de gimnasio, cena tranquilita y prontito a dormir, que la semana viene cargada de festejos y hay que estar en forma...
20.30 Debería estar ya en Guada, pero no... La N-II nos depara grandes sorpresas. Atasco en la entrada al
Plenilunio, en la de
Elcorteinglés, en la de
Parquecorredor y en
Cuadernillos. Todo el Corredor del Henares, imbuido por el espíritu navideño, abarrota los centros comerciales para llenarlos de paz y prosperidad.
21.30 Llegada a Guadalajara. Esfumada la posibilidad de pasarme por el gimnasio, mantengo el plan de cena y prontito a dormir. Al acercarme a casa descubro que, para contagiarme del espíritu navideño, el Ayuntamiento y la Asociación de Comerciantes han llenado mi calle de altavoces. Al subir a casa descubro que han puesto un justito debajo de la ventana del salón. La potente voz de
Raphael inunda la casa: "Eeeeeeel camiiiiiiiiiino que lleva a Belén".
22.30 Hablo con mi madre por teléfono con Raphael de fondo. Mi madre, entre risas, me dice que las puertas de su casa, a las afueras, estarán siempre abiertas para mi. Con el paso de la noche descubriré que no es una frase retórica. La iluminación navideña se apagará a las 23.00. Espero que para esa hora cese la música.
00.15 Se apagaron las luces pero no la música. El plan de acostarse prontito también se ha ido al carajo. He escuchado ya cuatro veces El Tamborilero y no puedo más. Decido llamar a la policía local. Marco el 092 y una voz en off me informa de que, para mi seguridad, la llamada queda grabada. Tras un rato, consigo hablar con un agente.
L: Buenas noches. Mire, vivo en la calle Mayor y me sorprende que los villancicos sigan sonando. ¿Es esto normal?
Agente: ¡No! Por supuesto que no es normal. Mis compañeros están viendo qué hacer para apagarlos.
¡Bien! El suplicio acabará en un ratito.
01.25 Comienza El Tamborilero por quinta vez en lo que va de noche. El CD incluye otros villancicos de Raphael y una versión navideña de La Macarena, además de otra serie de músicas más o menos tradicionales. Me aburro de dar vueltas en la cama y decido llamar de nuevo al 092.
L: No se si se acuerda de mí. Soy el de la Calle Mayor y los Villancicos
Agente: Ahora mismo acabo de hablar con la patrulla. Están apagando los altavoces. Les quedan pocos por apagar. Supongo que en breve apagarán el suyo.
¡Bien! Tengo mala suerte porque han dejado mi altavoz para el final. (a estas alturas el altavoz ya es mio). Pero ya tiene que ser cuestión de minutos...
02.50 He perdido la cuenta de la veces que he oído El Tamborilero. Me he aburrido de dar vueltas en la cama, me he afeitado, he intentado leer aunque es chungo concentrarse. Decido volver a llamar.
L: ¡Buenas de nuevo! Llamaba simplemente a ver cómo va el tema de los villancicos.
Agente: Hace una hora me comunicaron que ya estaban todos los altavoces apagados, incluído uno que estaba en la plaza de Moreno.
L: Lamento llevarle la contraria, pero uno al menos sigue encendido. ¡Se lo puedo asegurar!
Agente: Deme la localización del altavoz, a ver qué puedo hacer.
Reconozco que a estas alturas ya he perdido parte de la fe y todo mi espíritu navideño. Le doy la ubicación del altavoz. No es dificil. ¡Vivo enfrente del Ayuntamiento, ese lugar vigilado por la policía local! Cuelgo el teléfono con un hilo de esperanza y me siento en la cama a esperar, envidiando a los que viven en la plaza de Moreno, sea esa la plaza que sea.
03.15 Suena el móvil. Es un número desconocido. Resulta ser el amable agente de la polícia local.
Agente: Buenas noches, Lucas (ya somos íntimos)
L. Buenas noches
Agente: Mira. Me comenta la patrulla que no se ha percatado de la existencia del altavoz. y que seguramente por eso no lo han apagado. Pero hay un problema Los electricistas han terminado turno a las 2 así que por esta noche no hay nada más que hacer. Lo siento muchísimo. ¡Si hubiera llamado usted antes!
Antes de colgar le pregunto si, al menos, solucionarán el problema para próximas noches. Me comenta que sí, que el problema es que no han localizado al responsable de la instalación y que lo único que han podido hacer es rastrear los altavoces por el casco antiguo para ir apagándolos uno por uno. Que esta mañana darían parte para que no volviera a suceder.
Son las 3.30 de la mañana y decido aprovechar la oferta de mi madre y irme a dormir a casa de mis padres. Cuando salgo de casa y me alejo hacia el coche oigo de fondo: Eeeeeeeeeeel camiiiiiiiiino que lleva a Belén...
Como puedes imaginar, entre que llegue a casa y demás no he dormido nada. Estoy que me caigo de sueño y me perderé la cena de esta noche. En fin... Ahora, ni un reproche a la policía local, que me atendieron muy amables e hicieron lo que pudieron. ¡No es su culpa que un iluminado decida llenar los días y la noches del casco antiguo con altas dosis de espíritu navideño! Pues eso, dinamizando el centro...