lunes, marzo 17, 2008

Compañías...

Sábado noche... No me apetecía que pasara la noche sólo en casa así que le llamé y le dije que iría a cenar con él... Mientras él llamaba a su madre, que está pocha, yo metí una pizza en el horno... Abrimos dos cervezas, nos pusimos cómodos en el salón, y pusimos una peli que me había dejado una amiga, asegurándome que nos gustaría (¡qué bien nos conoces!).

Una vez que acabó El Americano Impasible, había un reportaje sobre la Segunda Guerra Mundial en La Dos (¿dónde si no?). A él le encantan estas cosas (aunque no suele tener tiempo de verlas) y a mi no me apetecía volverme a casa... ¡Hacía tanto tiempo que no pasabamos un rato los dos juntos!

Al final, no se ni qué hora era cuando me levanté del sofá, le di un beso a mi padre y me fui caminando hacia mi casa, feliz y sonriente... Fue un sábado noche distinto... pero un gran sábado noche...

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