Siempre que puedo, me gusta desayunar en una cafetería y, si encima hace buen tiempo, pues hay que buscar la terraza de ese pequeño lugar, justo al otro lado de la estación, que pilla tan cerca del hotel…
Al volver, al lado del camino, había un rebaño de ovejas y, no preguntes por qué, porque yo tampoco lo entiendo, me he acercado a saludar al pastor… ¡y nos hemos puesto a hablar de la vida!
Hay tanta gente desconocida que encierra una enorme sabiduría…
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