martes, enero 06, 2009

Cabalgata...

5 de enero... Un año más, salen los trajes del armario y las pelucas y barbas de las cajas. Mientras tomamos un café repartimos los papeles... ¡El de Baltasar está claro! Un año más me toca ser el rey Melchor. Los pajes se visten y salen por el pueblo a recoger las cartas de los niños... Los Reyes nos quedamos, nerviosos, esperando la hora de vestirnos...

Veinte minutos para la cabalgata. Empiezo a vestirme, a teñirme de blanco las cejas... La capa no aparece... ¡Bea! ¿Donde está?... ¡Argh! Voy a por ella. Vuelven los pajes con las cartas. Fuera hace un frío de espanto. Son las ocho menos cinco y a la entrada del pueblo nos esperan los caballos.

Me acerco al primer caballo de la fila. Su cuidador me pregunta: ¿Has montado antes a caballo? Sonrié al oir mi respuesta: Monto una vez al año... ¡El 5 de enero! Subir al caballo con la túnica y la capa no es nada fácil. ¡La gente sonrié recordando la que lié hace dos años!

Las ocho en punto. Comenzamos a cabalgar hacia la plaza del pueblo. Comienzan los nervios. ¡Hay que estar a la altura de las circunstancias! Que no se mueva la barba, que no se caiga la corona, y sobre todo, ¡que no me caiga del caballo al descabalgar en la plaza del pueblo!...

Pero una vez que empieza todo, los nervios se esfuman y el tiempo pasa volando. Las caras de ilusión de los niños, los ojos abiertos como platos, la sonrisa cuando les das su regalo (hay un regalo para cada niño del pueblo), el beso cariñoso con el que dan las gracias, el calor de los mayores, de los padres, de los abuelos... Magia, magia e ilusión por todos los rincones...

Me encantó el detalle de los hermanos mayores, los que conocen el secreto de los Reyes pero que, lejos de pasar de la cabalgata, se acercan con sus hermanos más peques, les llevan a hombros, les acercan a saludar a los Reyes y reciben sus regalos con toda la ilusión del mundo.

Un año más, y van tres, salgo de Alocén con la sensación de que he sido yo el que he recibido un estupendo regalo de reyes...
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Antes de irme, leí alguna de las cartas que habían escrito los niños... Me encantó una que empezaba así...
Queridos Reyes Magos:
Este año me he portado regulín regular... ¡pero es que mi hermana me hace de rabiar!

07.01.09: ¡Ya hay fotos!

2 comentarios:

belenmadrid dijo...

jo, qué guay, qué ilusión, qué suerte ser rey mago!!!! en serio, me encantaría, y eso que yo me trago dos o tres cabalgatas todos los años tocando, pero no es lo mismo... (qué guapo por cierto ;)

Anónimo dijo...

a mi no me toca ser rey mago pero de todas formas este año bajé a verla a Colón y aunque a veces pensabamos en casita se está más calentito y se ve mejor simplemente por ver sus caras... vale la pena!
Seguro que los reyes te han dejado muchas cosas en tus zapatitos, disfrutalas este año!!
besitos!!