Quizás sea cierto que estoy más pensativo que otras veces...
Quizás últimamente haya vuelto a darle vueltas a cosas que creía ya guardadas en los cajones de la memoria...
Quizás hayan vuelto nuevos miedos, nuevas incertidumbres...
Quizás sea que el resfriado que me ha encerrado en casa este fin de semana me haya dejado demasiado tiempo para mi solo, para mi música, para mis pensamientos...
Quizás sea que no se cómo decir algunas cosas, y por eso pienso y pienso...
O quizás, simplemente, este año la Navidad vuelva a traerme de regalo una pequeña dosis de melancolía.
No sé...
Sólo sé que el papel se ha vuelto a llenar de historias que hablan demasiado de mi y que, por eso mismo, acaban rotas en mil pedazos cuando acabo de escribirlas... que la guitarra vuelve a sonar pausada y melancólica, con canciones que olvidaré justo después de componerlas... que mis sueños vuelan de noche y de día, sin encontrar un lugar donde posarse...
Por eso...
Perdoname si estoy ausente, si miro demasiado al infinito, si no respondo cuando me llamas, si no sé decirte en qué estoy pensando... Ya sabes que, cada cierto tiempo, vuelvo a mi estado natural de extraña melancolía...
Quizás últimamente haya vuelto a darle vueltas a cosas que creía ya guardadas en los cajones de la memoria...
Quizás hayan vuelto nuevos miedos, nuevas incertidumbres...
Quizás sea que el resfriado que me ha encerrado en casa este fin de semana me haya dejado demasiado tiempo para mi solo, para mi música, para mis pensamientos...
Quizás sea que no se cómo decir algunas cosas, y por eso pienso y pienso...
O quizás, simplemente, este año la Navidad vuelva a traerme de regalo una pequeña dosis de melancolía.
No sé...
Sólo sé que el papel se ha vuelto a llenar de historias que hablan demasiado de mi y que, por eso mismo, acaban rotas en mil pedazos cuando acabo de escribirlas... que la guitarra vuelve a sonar pausada y melancólica, con canciones que olvidaré justo después de componerlas... que mis sueños vuelan de noche y de día, sin encontrar un lugar donde posarse...
Por eso...
Perdoname si estoy ausente, si miro demasiado al infinito, si no respondo cuando me llamas, si no sé decirte en qué estoy pensando... Ya sabes que, cada cierto tiempo, vuelvo a mi estado natural de extraña melancolía...
3 comentarios:
Si no tuviésemos de vez en cuando momentos de melancolía no sé muy bien qué seríamos.
Eso de estar metido en casa es peligroso, o al menos para mí. En esos casos prefiero ver películas, tengo cierto peligro cuando me pongo melancólica.
Todos nos comemos la cabeza, es natural. Es preferible quitarle hierro al asunto antes de que la cabeza te coma a tí.
Saludos y ponte güeno!
Bueno... pues estando así, no hay mejor medicina para escapar de las nostalgias que ver un rato a los viejos amigos y salir al exterior, dejando el aire viciado de casa para otro momento.
Así que tengo el remedio perfecto para tí!! Este sábado, como todos los años, te esperamos en el festival de navidad de Apícula. A las 5... no me falles.
Te daré otra de las mejores medicinas para el mal que te aqueja: un fuerte abrazo y un "me alegro de verte".
Cuídate, Nostalgic-man
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