lunes, abril 03, 2006

Silencio...

Lunes... Vuelta al trabajo tras un largo fin de semana calentito bajo el sol español... Pero esto ya no es lo mismo, ya nunca será lo mismo...

Esta mañana no oí Guten Morgen, Lucas desde la puerta, nadie se ha sentado a primera hora en la silla vacía, a preguntarme por el fin de semana, por el viaje, por María... Hoy nadie se ha reído de mí por llegar el último.
Hay un silencio extraño en el pasillo, una agobiante sensación de soledad... Las puertas de al lado, las dos, cerradas... y la cafetera, más llena que de costumbre... Otra vez, como tantas veces en estos últimos meses, toca encoger el alma, recolocar la estantería de los recuerdos y retomar lentamente el trabajo, esperando a que, poco a poco, el alma se acostumbre de nuevo al silencio...

Mi primera hora de trabajo desde que Dennis dejó el Instituto (o desde que le hicieron dejarlo)... Una hora, sólo una hora, y nada es lo mismo... Una hora, sólo una hora, y ya le echo de menos...

4 comentarios:

UnderPressure dijo...

Conozco ese sentimiento bien. Es como dejarse un trocito de si mismo cada vez que se vuelve. Cada cuanto tiempo vas a España, Lucas? Seguro que no lo bastante, igual que yo. Nunca es bastante. Los padres envejecen, los hermanos crecen, los trenes se van marchando y nosotros aqui varados en esta estacion.
Un abrazo.

Batsi dijo...

Bueno, yo te digo, guten Abend, Lucas. También vivo en Alemania.

Saludos

p.d. Y te envidio que pudiste estar en España.

Superchoco dijo...

Se suele decir que es ley de vida. Para estas cosas a veces nos gustaría saltarnos la ley. Abrazos.

Chu Zing dijo...

Bueno, como dice underpressure, los hermanos crecen... pero tranqui, que no mucho!!! Para pasar el rato ve pensando temas para nuestro proyecto musical-familiar... Yo lo medito de vez en cuando entre línea y línea de la infumable programacion en C...

Un abrazo!