A las cinco y media de la mañana dejábamos los dosímetros y firmábamos en el cuaderno de registro... Ellos se quedaban allí, en la Gasthaus. A mi todavía me quedaba más de una hora de S-Bahn y tranvía hasta casa...
La primera noche ha sido dura, pero más que por el sueño, porque no ha salido nada... Siete horas de trabajo y ni un sólo resultado positivo...
Por lo demás, un café antes de empezar, una cocacola a media noche y una bolsa de Gummibärchen nos mantuvieron en la brecha... Pero lo complicado no es vencer al sueño (un paseo por el anillo bastaba para desperezarme), sino mantener la concentración y no relajarse, no olvidar abrir y cerrar las válvulas en el momento adecuado, controlar la presión de gas...
La nueva muestra ya debe estar preparada (Dhar y Alexei la habrán colocado) y el sistema estará haciendo vacío... Esta noche, volveremos al ataque... Y mañana, si el sueño me lo permite, te seguiré contando...
Pero todo tiene su lado positivo: genial, el reencuentro con Dhar, mi antiguo compañero en el Instituto, antes de que dejara Berlin por Duisburg... La puesta al día de nuestras vidas nos llevo un rato... Sobre todo por su parte, que ha escrito una preciosa página más en su curriculum: una niña preciosa...
miércoles, abril 19, 2006
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario