Ayer entramos al bar, helados de frío y miramos la carta... Los dos teníamos algo de hambre...
¿A tí que te apetece? ... Mira, este pinchito tiene buena pinta... De acuerdo, ¿uno para los dos?... Genial, ¿y de beber? ¿cerveza como siempre?... La verdad es que a mi me apetece un café, pero con el pincho no pega demasiado... Pues pedimos Kaffee und Kuchen... Pero es que a tí te apetecía salado... Bueno, que me da igual...
Me miró y me dijo... Pero a tí, ¿que es lo que realmente te apetece?
... perdí una ocasión maravillosa de decirle... lo único que realmente me apetece es pasar un rato charlando contigo...
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Una de las partes que más disfrute escribiendo en mi tesis doctoral fueron los agradecimientos... el recordar a todas aquellas gentes que convirtieron esa carrera de obstáculos en Aquellos Maravillosos Años... En algún lugar de aquellas dos páginas decía...
... y todos los que alguna vez habéis compartido conmigo una cerveza en un bar, una cena junto al fuego o un viaje a ninguna parte.
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Pues eso... que cuando estás tú (o tú, o tú) al otro lado de la mesa, no importa si dulce o salado, si cerveza o café... Por eso, cuando leas esto quiero que sepas que lo único que me apetece es pasar un rato charlando contigo...
viernes, diciembre 16, 2005
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4 comentarios:
Compartir momentos es algo que no olvidamos...
Besitos.
Lo mejor es decirle lo que realmente piensas.
Acertarás siempre.
Humm, eres facil de complacer Lucas, realmente te gusta algo que nos gusta a todos, compartir la mente y el corazón en una buena conversación, humm yo quiero brochetas je je je.
Las cosas simples, las cosas simples, hay algún día aprenderemos los humanos...
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