Un beso en el aeropuerto, la tortilla de patata, las charlas de salón...
Que no se acabaran los hielos, ni el ron, ni las bromas...
Un qué tal te va, otros tantos nos vemos...
Que se alegraran de verme, te echamos de menos...
Los abrazos, los besos, las risas, los hasta cuando...
Quédate a comer, te enseño en lo que ando liado...
Los de aquí y los de allí, todos vosotros sois lo que realmente importa, lo único que importa. Por eso, este dónde esté, os llevo conmigo y os echo de menos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Por desgracia, mi querido Lucas, esta vez ha sido un saludo muy breve (aunque más vale eso que nada). Me hizo mucha ilusión verte. Es tanto lo que compartimos mediante los blogs (entre los que creo que nos observamos mutuamente y a diario), que no sabía ni que decir que no supieras ya.
Espero que la próxima vez podamos tener un largo café y una sabia charla (como esas que hemos compartido desde que era pequeño).
Que todo marche bien, y no nos eches de menos, que sabes que estamos cerca (al menos de tu corazón). Un fuerte abrazo, y un cálido hasta luego.
Genial...me encanta esto de pisar sitios donde no he sido invitado y decir esa chorrada que nunca viene a cuento x)
No, va...diré algo serio. Mmmmmh... mmmmmh... ¡ah, ya se!
Si llega a ser bombay saphire en lugar de ron... no te habrías ido. Eso sí que ata el alma. Uau...
Y en Berlín hace mucho frio. Y llueve. Y no está ella/él. Y...
Y...
Y los huevos son revueltos :F
Qué gran verdad acabas de plasmar aquí!!! Lo importante son esos detallitos, que muchas veces pasamos por alto. Besos miles.
A uno siempre le agrada q se le aprecie, como es tu caso, y mas cuando no estas cerca, y se echan de menos tanto las cosas de por aqui...
Piensa q cuando vuelvas, estaras feliz de tener gente tan fantastica como esa
Un saludo
chau
Publicar un comentario