tag:blogger.com,1999:blog-133669152024-03-07T08:40:38.800+01:00CartasHe vuelto... o quizás nunca me fui...Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.comBlogger412125tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-38563678660985343782024-02-18T21:30:00.004+01:002024-02-18T21:32:19.250+01:00Confianza…<p> Mirando hacia atrás, quizás ese sea el problema: la falta de confianza… o el miedo a confiar. Quizás el problema venga de entonces, de no haber preguntado nunca lo que realmente sintió, de haber comprado el relato, porque era más cómodo para ella, para mi, para todos… por intentar que ella no sufriera, aunque el que sufriera fuera yo…</p><p>Miro para atrás y pienso que quizás allí quedó un poso que quebró algo dentro…</p><p>Y ahora, ¿cómo salimos del pozo?</p>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-45032573626307163142023-08-12T23:03:00.000+02:002023-08-12T23:03:46.977+02:00Dulce o salado (reloaded)<p>Las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir… ni antes, ni después…</p><p>Y quizás por eso, justo por eso, hace dos días acabé a una hora absurda (una de la tarde), en un concierto de Smile, grupo que hace dos días no conocía y que ahora escucho en bucle…</p><p>Justo antes de terminar el concierto, cuando faltaban tres canciones, el grupo se bajó a cantar al centro de la plaza… una versión de REM, una versión de los Beatles… y, para terminar, una canción que me tiene atrapado desde entonces… y de la que habrá versión si esta vez toca ser valiente…</p><p>… tu eres de dulce, yo de salado…</p><p>———————</p><p>Música, música, siempre música… en el que puede que haya sido uno de los conciertos con mejor buen rollo en los que he estado últimamente… ¡y que nunca acabe la música en directo!</p>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-16541762770902149132023-05-30T14:48:00.001+02:002023-05-30T14:48:13.708+02:00Recuerdos<p> Y de repente, llegan imágenes del pasado que inundan el presente... Correos electrónicos escritos hace diez años, que se hacen actuales ahora... </p><p>Y, como tantas otras veces, hay dos posibles opciones: cerrar de nuevo la puerta del desván de los recuerdos, la opción habitual, o empezar a limpiar el polvo para, entre recuerdos e historias, volver a descubrir quién fui, quién soy y quién seré... </p><p>Y quien sabe, quizás esta vez sí, toque ser valiente...</p>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-67134986003332935292022-11-20T09:53:00.001+01:002022-11-20T09:53:20.139+01:00Sentimientos<p>El viajero, acostumbrado a plasmar sus sentimientos negro sobre blanco, no puede dejar de sorprenderse. ¿Por qué a ella le cuesta tan poco decirlo… y tanto escribirlo?</p>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-26279079766558588022022-11-04T09:06:00.003+01:002022-11-04T09:06:39.267+01:00Pequeños momentos<p>Siempre que puedo, me gusta desayunar en una cafetería y, si encima hace buen tiempo, pues hay que buscar la terraza de ese pequeño lugar, justo al otro lado de la estación, que pilla tan cerca del hotel…</p><p>Al volver, al lado del camino, había un rebaño de ovejas y, no preguntes por qué, porque yo tampoco lo entiendo, me he acercado a saludar al pastor… ¡y nos hemos puesto a hablar de la vida!</p><p>Hay tanta gente desconocida que encierra una enorme sabiduría…</p>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-92212713398345573402022-11-02T00:12:00.001+01:002022-11-02T00:12:16.927+01:00VolverVuelvo… porque quizás nunca debí irme…<div>Vuelvo… aunque me da miedo volver…</div><div><br /></div><div>Porque cuando vuelven las ganas de escribir, suele volver la melancolía…. Y veremos esta vez hasta donde nos conduce.</div><div><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-62493472513093691672012-10-18T00:05:00.002+02:002012-10-18T00:05:47.015+02:00Aprendiendo...Me paro a pensar y me doy cuenta de que, por mucho que yo les haya enseñado a los alumnos que han pasado por clases y laboratorios, es mucho más lo que ellos me han enseñado a mi...<div>
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Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-6175139425544002062012-10-04T00:20:00.000+02:002012-10-04T00:28:03.630+02:00Noches Blancas<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: 85%;">Algo más de dos años han pasado ya desde aquel verano que pasamos juntos en el hospital... Noches enteras despiertos, porque tú no podías dormirte y yo no quería dejarte sólo con tus pensamientos. Sé que tengo que escribirte una Carta sobre ello, porque quizás haciéndolo aleje de mi las pesadillas que me sobresaltan tantas noches... </span></div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-size: 85%;">Pero no puedo escribir sobre aquel verano, aún no, todavía no...
Pero hoy, buceando en esa carpeta donde guardo mis pequeñas historias garabateadas, encontré algo escrito en una de aquellas noches en las que, durante un ratito, te quedaste dormido...</span></div>
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Por la noche entornan, casi cierran, las puertas de entrada y el pasillo se sumerge en un inquietante silencio de pitidos sordos, respiraciones profundas, timbres de llamada y pasos perdidos de acompañantes insomnes. </div>
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Mantienen la guardia, vistiendo su armadura blanca o verde de combate, con su sonrisa tranquilizadora y su mirada atenta… Saben que la lucha es difícil y desigual y por eso, sólo por eso, sonríen por la mañana cuando el sol asoma por las ventanas y el amanecer encuentra que la dama negra quedó una noche más en la sala de espera, al acecho de su próxima presa... </div>
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<span class="Apple-style-span" style="font-size: 85%;">Dedicado a las enfermeras de la planta de Oncología de las que no recuerdo ya su nombre, pero de las que no puedo olvidar el cariño con el que nos trataron a todos...</span></div>
Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-37673210940126888302011-12-08T11:46:00.003+01:002011-12-08T12:07:14.502+01:00Sueños...<i><span class="Apple-style-span" style="font-size:85%;">Entro a mi despacho, se sentó delante de mi, al otro lado de la mesa y me contó su sueño... Y fue sorprendente descubrir que su sueño y el mío eran el mismo...</span></i><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Poquito a poco las cosas han ido fluyendo y nuestro sueño se va consolidando. Además, no estamos solos sino que ya somos cinco los <i>soñadores</i> y, cada vez que cuento nuestro sueño a alguien, aparecen más sonrisas, apoyos e ideas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que, como tantas y tantas veces me ha pasado en mi vida, soy un tipo con suerte. Seguramente, nunca tuve claro que sería posible hacer realidad el sueño... pero lo que puedo asegurar es que jamás pensé en tener los compañeros de camino que tengo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero son ellas y él, con sus ideas locas, experimentos surrealistas preparados a última hora, <i>broncas legales</i> por email e infinita capacidad de superación los que hacen que todo ruede... Gracias al tiempo que dedican, a la creatividad que derrochan, a su trato cercano con los peques, a su ilusión infinita, la rueda gira y gira... Y cada vez que veo sus sonrisas delante de un café o una cerve en nuestras <i>reuniones de coordinación</i> sé que va a funcionar, que se va a hacer realidad... que, de hecho, es ya una pequeña realidad en forma de <a href="http://www.iesluisbunuel.com/crea/?p=892">CREA2011</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y yo, lo único que tengo que hacer es sentarme con ellos, escuchar, aprender y seguir creciendo y ¡disfrutando de mi sueño!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:85%;">Si pasaís por aquí... ¡muchísimas gracias, pequecientíficos, por convertir semana tras semana un sueño en realidad!</span></i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> </div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com34tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-63344978764621310222011-11-19T10:48:00.004+01:002011-11-19T11:55:06.511+01:00Watanabe...<div style="text-align: justify;">Vale, puede que yo no necesitara un viaje interior, o quizás simplemente, recorrí ese viaje sin necesidad de subirme a trenes sin destino... Quizás no necesité que un desconocido me ofreciera algo que beber, aunque compartí más de una copa con gentes que, en lo borroso de aquellos tiempos se me tornaron conocidos desconocidos. Y, desde luego, mi camino no fue tan trágico, ni en el sentido griego, ni en el más actual de la palabra...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero un día, al igual que Watanabe, descubrí que la persona que me hacía feliz no formaba parte de sueños ni de historias escritas por otros en muros del pasado, sino que era esa persona cercana, de carne y hueso, amiga y confidente, con la que compartía las más hermosas y divertidas aventuras...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:85%;">Hace unos días terminé de leer Tokio Blues, de Murakami y, aunque parezca extraño, aún no tengo claro si es un libro para recomendar o no... Aunque creo que a mi me ha gustado...</span></div><div><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-33580551251872146752011-11-04T19:08:00.002+01:002011-11-04T19:19:42.943+01:00Trenes<div style="text-align: justify;">Escribo aparcado en la cafetería de la estación de Delicias esperando al AVE que me devolverá a casa después de un intenso (y productivo) día de trabajo en la Universidad de Zaragoza. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me gusta el sabor de las estaciones de tren. Son mucho menos ruidosas y caóticas que las de autobuses, y sin humo de tubos de escape. Y también mucho menos impersonales que los gigantes y caóticos aeropuertos en los que últimamente he tenido que pasar horas en viajes de trabajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En las estaciones de tren quedan huequitos para sentarse a escribir una Carta mientras delante de mi un chico trajeado esté, probablemente, revisando unos balances en el suyo. Dos señores mayores, ella y él, charlan en otra mesa mientras esperan a alguien. Hace un rato, sentado en la sala de espera con el portátil en el regazo, he coincidido con una chica joven, mucho más joven que yo, que leía un libro en francés y con un treintañero con un perro, esperando quizás a su novia, quizás a su mujer.... Pero todo envuelto en un ambiente de cordial tranquilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las estaciones de tren me inundan de nostalgia y recuerdos... Cuando estudiaba en la Universidad, cambiaba el bus por el tren siempre que podía (aunque eso supusiera tardar más en llegar a clase o en volver a casa), cuando viví en Bélgica era raro el fin de semana en el que el tren no me llevara a algún nuevo sitio que visitar y en mi época berlinesa el tren y el S-Bahn fueron compañeros de aventuras y desventuras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, creo que voy a cerrar el portátil y a deambular por la estación en el tiempo que me queda hasta coger el tren, a empaparme de sabores de estación porque quién sabe, quizás, entre andén y andén, brote el espíritu de un nuevo cuento que dejar en Cartas.</div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-75430968512837410422011-10-27T23:49:00.003+02:002011-10-28T00:03:42.157+02:00Jubilaciones...<div style="text-align: justify;">Hay gente que no debería jubilarse nunca... y mucho menos en estos tiempos que corren de <i>Universidad a la Boloñesa</i>, donde hacen falta más que nunca docentes que crean en lo que hacen y, sobre todo, que crean en los alumnos y sus posibilidades para llegar al infinito y más allá.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No deja de resultarme motivador que, tras 51 años dando clase en la UCM, diera su última clase como si fuera la primera, con el mismo entusiasmo, la misma motivación, las mismas ganas. Y a todo esto hay que sumarle el hecho de hacer investigación en este país en una época (hablamos de hace 50 años) en los que ser científico aquí no era fácil y muchísimo menos siendo mujer.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El lunes dejó vacío su despacho en la Universidad y hoy hemos tenido una comida para despedirla. Yo tenía clase y he dejado la comida un poquito antes de que acabara. Y no deja de resultarme motivador (aunque da mucho vértigo) que sea yo la persona encargada de impartir clase ahora en la asignatura que ella dio durante los últimos años, muchos años, y por la que con tantísimo cariño es recordada por generaciones de Físicos Complutenses.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y durante una hora entera de clase, mientras hablaba sobre condiciones en la frontera de los campos E y D, no podía dejar de preguntarme si podré estar alguna vez a la altura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y es que hay gente como Eloísa que no debería jubilarse nunca... aunque se que aprovechará la jubilación para hacer tantas y tantas cosas que siempre quiso hacer y para las que nunca tuvo tiempo...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-13305199882203328732011-10-25T22:48:00.003+02:002011-10-25T22:54:30.442+02:00Cambios...<div style="text-align: justify;">Muchas cosas han cambiado en estos dos años sin Cartas... Los cambios más grandes, concentrados en tres meses, de septiembre a noviembre de 2010.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo más fácil ha sido acostumbrarse a la nueva vida en pareja, donde ya sumamos casi un año de felicidad compartida. Tampoco ha sido difícil acostumbrarse a la nueva situación laboral.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo peor, acostumbrarse a su ausencia. Hace un año, tras una fulgurante enfermedad, nos dejaba... justo cuando su jubilación le iba a dejar más tiempo para disfrutar de la vida, de las cosas, de nosotros... Y no, no logró acostumbrarme a que ya no está... y más de una Carta de esta nueva etapa hablará de él y su ausencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-20312966104043230982011-10-24T00:08:00.002+02:002011-10-24T00:15:06.052+02:00Dos años...<div style="text-align: justify;">Dos años han pasado desde la última Carta. La vida ha pasado tan rápido que la inmediatez de Facebook y Twitter ganaron a Cartas... Hasta ahora... </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que toca limpiar un poco el polvo y barrer las esquinas del blog... y volver a escribir, como antes, pero distinto. Como antes, porque Cartas vuelve a ser el sitio donde escribirme a mi mismo, donde emborronar mis ideas y mis proyectos, con el único fin de volver a leerlo algún día. Distinto, porque las ideas, los proyectos y yo mismo somos distintos, muy distintos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo dicho... que poquito a poco, nos ponemos al día.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si queda alguien por ahí... ¡buenas noches de nuevo!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-11751514926096134762009-10-23T19:27:00.002+02:002009-10-23T19:28:08.489+02:00No... pero síNo cuento... pero cuento<br />No escribo... pero escribo<br />No estoy... pero estoy<br /><br />Eso sí... sigo siendo...Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-81144000258496968042009-09-26T13:23:00.003+02:002009-09-26T13:28:31.720+02:00Septiembre<div style="text-align: justify;">¡Un mes sin escribir! Septiembre ha sido un mes frenético en el que me han ocurrido tantas cosas que no he tenido tiempo para contarlas.<br /><br />Marta, te debo una historia sobre una comida con Parkin, lo sé y caerá en breve. También ha habido encuentros, desayunos y comidas con otros grandes físicos en un Congreso en Granada en el que estaba en el comité organizador y que estuvo a punto de acabar conmigo...<br /><br />Septiembre también ha tenido algo de deporte (¿te conté que perdí 20 kilos en el último año?), de música (la maqueta está en camino), de cuentos (esperando una próxima recopilación), de nuevas aventuras laborales, de risas y de decepciones...<br /><br />Y en toda esta vorágine, apetece vivir aventuras nuevas con viejos amigos. Por eso, en breve, muy breve, habrá un cambio radical en Cartas. Por eso en breve, muy breve, habrá mudanza...<br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-10038665997731047382009-08-23T07:57:00.002+02:002009-08-23T08:06:37.178+02:00leaving Berkeley...En unos minutos apagaré el ordenador. La próxima vez que lo encienda estaré en Guada. Ahora toca acostarse prontito que mañana será un largo y duro día de regreso.<br /><br />Pensaba resumir mis sensaciones de estas tres semanas por aquí pero son tantas que, sencillamente, no puedo. Es curioso cómo en tres semanas es posible dejar un sitio sabiendo que echaré muchísimo de menos a la gente que dejo aquí. Y es que soy un tipo con suerte: siempre topo con gente maravillosa que convierte cada una de mis estancias en el extranjero en un nuevo hogar temporal para mí. ¡El mundo está lleno de gente maravillosa!<br /><br />En tres semanas he conocido a científicos realmente brillantes, que encima son cercanos, amables y encantadores, de los que he aprendido muchísimo, bastante más de lo que imaginaba antes de venir. Y no sólo conocimientos: he aprendido formas de trabajar, de cómo entusiasmarse por la ciencia, me he divertido en el laboratorio... y también me he divertido muchísimo con ellos fuera del labo, en barbacoas, cenas y excursiones. ¡Y me han invitado a volver! ¡Mola!<br /><br />Y luego he tenido unos caseros y unos compañeros de casa excepcionales. Una casa de locos que ha acabado siendo un pequeño y temporal hogar. ¡Y me encanta poder decir eso!<br /><br />Alguna de las historias concretas aparecerán quizás por aquí. Las demás, te las contaré cuando quieras, delante de una cerve!<br /><br />Adios Berkeley... ¡Hasta pronto!Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-89307845012566195742009-08-20T06:15:00.002+02:002009-08-20T06:20:34.408+02:00Cuentos inacabados<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:78%;">Ni recuerdo cuando fue la última vez que dejé un cuento por aquí. Este me ha quedado un poco largo y pensaba recortarlo, ¡pero así se queda! Si lo quieres leer en un formato más amigable, te lo puedo mandar en pdf...</span><br /><br />Nada más levantarme, me gusta tomarle el pulso al día y a la ciudad. Adquirí esta costumbre cuando viví fuera y no consigo dejarla. Nada más salir de casa por la mañana, antes de ir al trabajo, me gusta sentarme tranquilamente en una cafetería, pedir un cortado, y tomarlo mientras siento cómo la ciudad alrededor se va desperezando. Y como además soy un animal de costumbres, siempre acabo tomándolo en la misma cafetería, esa que hace esquina en la placita.<br />Y allí estaba yo hace ya un tiempo, un jueves como otro cualquiera, entrando en la cafetería de siempre, a la hora de siempre, dormido como casi siempre. Pedí un cortado y, cuando me lo sirvieron en la barra, me fui hacia una de las pocas mesas que quedaban libres junto a la ventana, para poder ver a la gente pasar por la calle. Al acercarme a la mesa observé que alguien había dejado un par de folios manuscritos. Miré alrededor, pero no parecían ser de nadie. Los cogí para acercárselos a la camarera cuando una frase me hizo detenerme sobre los mismos: <span style="font-style: italic;">y esta princesa no era rubia, ni tenía trenzas, ni castillos, ni caballeros… pero sí un bufón de colorines… </span>¡Era un cuento! Escrito con una letra pulcra, redonda y pequeñita, letra de persona mayor, mujer quizás, con pluma, tinta azul sobre papel reciclado. Volví a dejar los folios sobre la mesa, me senté con mi café y los leí, saboreando aquella historia de una princesa distinta, que vivía no vivía en un castillo. Un cuento para niños, precioso, pero que misteriosamente, no tenía final. La tinta azul poco a poco se iba debilitando y el cuento acababa de repente. Parece que la escritora – mi imaginación puso cara de mujer a la cuentista - se había quedado sin tinta antes de terminar. No pude resistirme. No me preguntes por qué lo hice, porque no lo sé, pero metí la mano en mi mochila, saqué un boli azul y escribí un final para aquel cuento. Luego dejé los folios sobre la mesa, apuré el café y salí para mi trabajo.<br />Al día siguiente, viernes, volví a la cafetería preguntándome si estaría allí la cuentista, la escritora de cuentos para niños. Había varias personas mayores en el bar, dos viejecitas simpáticas desayunando unos churros, una abuela con su nieta tomando un café antes de llevarla al cole… pero no había cuentos sobre la mesa. Llegó el fin de semana y un concierto, una excursión y alguna otra historia que no recuerdo hicieron que olvidara por completo la historia… hasta el jueves siguiente.<br />Entré a la cafetería a la hora de siempre, dormido como casi siempre, pedí un cortado, me acerqué a una de las pocas mesas que quedaban vacías junto a la ventana y allí, en una de las mesas, dos folios reciclados escritos con tinta azul me esperaban. Esta vez eran historias del <span style="font-style: italic;">País Nuncajamás</span>, también esperando un final. Mire a mi alrededor, esperando identificar a la autora de aquellos cuentos que me parecían maravillosos, pero nada. ¡No había nadie en la cafetería que pareciera ser ella! Rebusqué en mi mochila, saque un boli y acabé el cuento. Decidí esperar, a ver si volvían a por las hojas, pero al final se hizo tarde, mi hora de trabajar se acercaba y tuve que dejar las hojas sobre la mesa y marchar de la cafetería.<br />La historia se repitió durante meses. Todos los jueves, al entrar en la cafetería de siempre a la hora de siempre, dormido como casi siempre, encontraba un par de folios de papel reciclado con un cuento para niños escrito en tinta azul. Hubo historias de monstruos buenos y brujas malvadas, de viajes fantásticos, de excursiones en tren, de niños y niñas de este lugar y de otros países, hubo cuentos alegres, tristes, con y sin moraleja, pero siempre, siempre un cuento por semana, un cuento inacabado al que yo añadía un final. Poco a poco fui yo también dejando principios de cuento sobre la mesa que, el jueves siguiente, encontraba acabados junto con los folios reciclados de un nuevo cuento por acabar. Sólo un jueves de invierno faltaron los cuentos, sólo un jueves de primavera falté yo. Pregunté muchas veces a la camarera, pero nunca me quiso decir quién recogía los cuentos. Yo sabía que ella lo sabía, pero nunca quise insistir. Había magia en aquella historia y yo, al menos, no tenía ninguna intención de acabar con ella.<br />Sí, es cierto. La historia está escrita en pasado, porque hace un mes, más o menos, dejé de encontrarme cuentos en la mesa. Nada, ni un papel, ni una nota, ni un mensaje de despedida… Pregunté a la camarera y me dijo que la persona que dejaba los papeles, efectivamente una viejecita mayor y encantadora, había dejado de ir por allí. Pero que ella no sabía por qué, ni tenía forma de contactar con ella.<br />Hoy es jueves y esta mañana, al entrar en la cafetería de siempre a la hora de siempre, dormido como casi siempre, encontré sobre una de las mesas de la ventana un folio, solo uno, escrito con boli azul, con una letra redonda, de caligrafía.<br /><blockquote style="font-style: italic;">Hola, señor desconocido:<br />Mi abuela, todos los jueves, al acercarse al ambulatorio a su revisión semanal (estaba un poco enfermita), se sentaba en esta cafetería y me escribía un cuento, que luego me acercaba a casa a la hora de comer. Un día me contó que olvidó el cuento y que, al volver a recogerlo, se encontró con que tenía un final precioso. Al jueves siguiente volvió a dejar un cuento inacabado, que recogió de nuevo con final al salir de la consulta del médico. ¡No se puede imaginar la ilusión que nos hizo, a ella y a mí! Mi abuela, desde entonces, dejaba un cuento inacabado que recogía después pero cuyo final no leía hasta que, al llegar a casa a la hora de comer me leía el cuento en voces altas y, juntos, descubríamos el final. Un día incluso encontró un cuento que usted había empezado y que acabamos entre los dos, para devolvérselo al jueves siguiente. ¿Sabe? Los cuentos de los jueves devolvieron a mi abuela un poco de alegría. ¡Los dos deseábamos que llegara el jueves para tener nuestro nuevo cuento semanal! Mi abuela pasaba el resto de la semana ideando principios de cuentos para que usted los acabara.<br /><br /> Mi abuela murió ayer tras una larga enfermedad que la ha mantenido en el hospital en este último mes. Mientras ha estado ingresada le he leído todos los cuentos de los jueves, uno cada tarde, incluso al final cuando no estaba demasiado seguro de que ella pudiera oírme. Ahora mi abuela se ha ido, pero a mí me gustaría seguir leyéndole un cuento en voz alta cada jueves por la noche, porque seguro que allá donde esté, le gustará oírlos. ¿Le importaría que sea yo el que, a partir de ahora, empiece cuentos para mi abuela a los que usted pueda poner final? Si no le importa, como entro temprano al colegio, se los dejaré a la camarera para que se los entregue y los recogeré cuando vuelva a casa a comer.<br /><br />Muchas gracias, señor desconocido, por habernos hecho tan felices a mi abuela y a mí, estos últimos meses.</blockquote>Hoy es jueves y la gente me mira extrañada, preguntando por qué, con los ojos arrasados en lágrimas, leo y releeo un folio de papel reciclado escrito con tinta azul, por qué, mientras las lágrimas ruedan por mis mejillas, saco un papel y un boli de mi mochila y garateo con letra temblorosa un cuento en la parte de atrás de un folio de papel reciclado, escrito con tinta azul...<br /><span style="font-style: italic;">Nada más levantarme, me gusta tomarle el pulso al día y a la ciudad…</span></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-73245589876888271762009-08-17T18:55:00.002+02:002009-08-17T19:09:40.976+02:00Suponiendo...<div style="text-align: justify;">Cuando allá por el mes de junio me propusieron venirme a Berkeley, hice el siguiente razonamiento mental...<br /><blockquote style="font-style: italic;">Berkeley está en California y voy en agosto... así que, ¡hará calorcito!</blockquote>Como soy un chico precavido, metí un par de jerseys finos en la maleta, que nunca se sabe si refrescará algo por la noche. Pero por supuesto, en la maleta había pantalones cortos y sandalias para disfrutar del maravilloso tiempo californiano.<br /><br />Las dos pasadas semanas, durante el día hacía calorcito (25 grados) pero por la noche refrescaba bastante. De hecho, era imposible salir a la calle sin jersey una vez que se ponía el sol. Cuando pregunté me dijeron que este tiempo no era normal en Berkeley. De nuevo me hice mis suposiciones...<br /><blockquote><span style="font-style: italic;">Ya es mala suerte estar aquí tres semanas y no pillar el buen tiempo berkeliano...</span><br /></blockquote>Esta mañana descubrí que, de nuevo, estaba equivocado. Hoy no luce el sol y a las 10 de la mañana hacía un frío de pelotas. Hoy será imposible quitarse el jersey en todo el día... Hasta hoy había tenido suerte y no era normal que hiciera tantos días seguidos despejados. ¡Hoy por fin,hace el típico tiempo berkeliano, nublado, húmedo y frío en agosto!<br /><br />Como dijo Ruth, mi compi de piso hasta hace unos días:<br /></div><blockquote style="font-style: italic;"><div style="text-align: justify;">¡Manda huevos venir a California a pasar frío!<br /></div></blockquote>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-18441311289809707602009-08-15T00:22:00.002+02:002009-08-15T00:30:39.788+02:00Joven...<div style="text-align: justify;">Ayer me fui a cenar a un pub irlandés, pedí una cerveza... ¡y me pidieron el pasaporte para comprobar la edad!<br /><br />Con estas cosas, uno se siente más joven...<br /><br /><span style="font-size:85%;">Luego me explicó el camarero que la ley de California les obliga a pedir identificación a todo el que pide alcohol y que quería asegurarse de que yo lo tenía a mano por si había una inspección. Pero fuera por lo que fuese... ¡creo que es la primera vez que me piden documentación para comprar una cerve!</span><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-1418368828477002422009-08-11T20:27:00.003+02:002009-08-11T20:42:59.881+02:00iBerkeleyMi primera sorpresa fue al entrar en la sala de ordenadores del lugar donde trabajo... ¡Todos son <a href="http://www.apple.com/imac/">iMac</a>! Entonces me fijé y vi que todos los investigadores americanos de este lugar llevan bajo el brazo un <a href="http://www.apple.com/macbook/">MacBook</a>. ¿Será cosa del LBL?<br /><br />Pero no, si miras por la calle, todo el mundo escucha música con un <a href="http://www.apple.com/itunes/">iPod</a>. Los hay de todos los colores, sabores y tamaños... pero siempre iPod. Y los móviles, te puedes imaginar... Aquí, el que no tiene un <a href="http://www.apple.com/iphone/">iPhone</a>, es que es extranjero!<br /><br />Así que yo, tal y como están las cosas, cambiaría el nombre a la ciudad... Porque iBerkeley queda mucho, mucho mas cool!Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-7786831674455075662009-08-07T05:54:00.004+02:002009-08-07T06:22:08.578+02:00Aduanas...<div style="text-align: justify;">Hay tantas cosas que contar que lo mejor será empezar por el principio... Y el principio de un viaje a Berkeley consiste en... ¡llegar!<br /><br />Como el viaje surgió en el último momento (bueno, vale, en el penúltimo), las cosas hubo que prepararalas con cierta prisa. Me habían recomendado volar con <a href="http://www.klm.com/">KLM </a>via Amsterdam pero, cuando me puse a mirar billete, el más barato era con <a href="http://www.lufthansa.com/">Lufthansa</a>. Sí, lo que oyes... ¡Hay momentos en la vida de uno que Lufthansa es la opción más barata! Así que por un módico precio (con unas cuantas cifras), tenía pasaje para un emotivo viaje de placer de doce horas de duración en una lata voladora Frankfurt- San Francisco, precedido de otro más breve desde Madrid a Frankfurt.<br /><br />Conseguido el vuelo, lo siguiente era conseguir alojamiento. Pregunté a gente que ya habia venido y me comentaron, como si fuera lo más normal del mundo: <span style="font-style: italic;">¡Búscalo en </span><a style="font-style: italic;" href="http://sfbay.craigslist.org/">craiglist</a><span style="font-style: italic;">!</span> Te invito a que te des una vuelta por esa web en la que la gente vende/alquila de todo. En Berkeley, como en Berlin, muchísima gente vive de alquiler, en pisos compartidos, habitaciones compartidas, salones compartidos... ¡He visto todo tipo de anuncios! Allí encontré el lugar en el que vivo, del que ya te contaré cosas. El dueño y su familia se iban de vacaciones así que, cuando les pregunté por la forma de entrar me dijeron que no había problema, que como a mi habitación se entraba desde fuera de la casa (como ves, el post <span style="font-style: italic;">Casa</span> promete) me daba el código que abría la puerta del patio y ¡me dejaba las llaves debajo del felpudo! Como lo oyes... ¡mis llaves estuvieron tres semanas debajo del felpudo esperandome!<br /><br />Pues ya con casa y vuelo... todo listo para viajar a U.S.A. ¡Ah! No... ¡que hay que conseguir que te dejen entrar! Renové el pasaporte (porque el mío no tenía chip), introduje los datos de mi casa de Berkeley en la web de la compañía aérea (ahora es obligatorio) y solicité el <a href="http://www.travelauthorization.org/esta.html?gclid=CPz3zKbXkJwCFSRPagodt33Fdg">ESTA</a>. ¡Todo parecía estar listo! Facturé en Madrid y me dieron tarjeta de embarque hasta San Francisco... ¡genial! ¿o no?<br /><br />Porque...<br />... a pesar de introducir mis datos en la web de la compañía aérea, tuve que hacer una cola enorme para volverselos a dar en Frankfurt, para que me cambiaran la tarjeta de embarque por una válida para volar con una compañía americana (aunque el vuelo era de Lufthansa lo operaba <a href="http://www.united.com/">United</a>).<br />... a pesar de rellenar el ESTA, tuve que rellenar el papelico verde que te dan en el avión y entregarlo al oficial de aduanas, junto con una carta de invitación de los <a href="http://www.lbl.gov/">LBL</a> para que me dieran un visado WB, que si no no se puede trabajar en un laboratorio nacional.<br /><br />Pero bueno, tras eso, recoger la maleta, pasar la aduana, coger el <a href="http://www.bart.gov/">BART</a> adecuado para llegar hasta Berkeley y dar vueltas durante una hora con mi maleta por Berkeley, buscando mi casa, por fin la encontré, abrir la puerta del patio, subí por la escalera posterior, encontré las llaves debajo del felpudo... y descubrí que realmente, en este lugar son muy, muy hippies...<br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-30399433601207492712009-08-06T18:13:00.002+02:002009-08-06T18:25:11.522+02:00Berkeley<div style="text-align: justify;">Tres días hace que llegué a Berkeley y todavía no he tenido tiempo de contarte nada. Y no será por cosas que contar. Quizás sea eso, me han pasado tantas cosas que no me han dejado tiempo de escribirlas por aquí. Anoche pensaba hacerlo pero a las diez me quedé frito hasta esta mañana. Quizás esta noche haya más suerte!<br /><br />Decirte que todo va genial, que sobreviví al viaje con cierta dignidad, que pasé todas las aduanas y controles posibles (y también los imposibles), que en este pueblo son muy, muy hippies (cosa que reafirmé nada más ver la habitación en la que vivo), que la gente es muy maja y que el curro mola...<br /><br />¡Ah! Y que está genial trabajar en un sitio en la cima de una montaña, rodeado de árboles, cuya cafetería tiene terraza... y mucho mejor si la terracita tiene una vista espectacular de la bahía de San Francisco y de toda la ciudad!<br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-7206538230869177232009-07-31T16:54:00.002+02:002009-07-31T17:01:54.790+02:00BerkeleySi todo va bien, la próxima Carta será desde Berkeley. Durante las próximas semanas cambio mi laboratorio de la Complu por los <a href="http://www.lbl.gov/">Berkeley labs</a>. La aventura promete. ¡Intentaré contar cómo me va por allí! Por ahora, el lunes me esperan 12 horas metido en una lata volante (directo desde Stuttgard a San Francisco), que para alguien a quien no le molan nada los aviones como a mí, es todo un reto.<br /><br />¿Y vacaciones? Pues ya veremos... Por ahora, intentaré sacar huequitos los fines de semana para explorar San Francisco.Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-13366915.post-7382600895380649172009-07-30T15:34:00.004+02:002009-07-30T15:45:36.248+02:00Promesas rotas...<div style="text-align: justify;">Ella, desnuda en la cama, le vió vestirse despacio y, como todos los días, él la beso en la frente y ella le hizo prometer que volvería.<br /><br />Claro princesa, esta tarde volveré a buscarte... Como ayer, como mañana, como todas las noches...<br /><br />Antes de salir se acercó a la cuna. El bebé dormía profundamente y no quiso despertarlo. Clareaba ya cuando salió por la puerta.<br /><br />A ella, todavía en la cama, un escalofrío le recorrió la espalda, como todas las mañanas desde que él aprobó la oposición, desde que le dieron un nuevo destino. Pero él había prometido que volvería...<br />_______________<br /><br />Casi a la vez, la explosión, el ruido de cristales rotos y el llanto del bebé rompieron el silencio de la mañana...<br /><br /><span style="font-size:85%;">Lo escribí hace tiempo y, hasta hoy, ha estado escondido en una carpeta del ordenador... Hoy quiere salir como como grito en silencio, como ¡ya basta!. Porque contra el ruido de sus bombas lo único que tengo es el silencio de mis cuentos... aunque no sirva para nada... </span><br /></div>Lucashttp://www.blogger.com/profile/10834932672557535077noreply@blogger.com0